Esta fácil técnica de tejido te permite experimentar con variadas combinaciones de colores, grosores de hilo y diferentes procedimientos en la elaboración de piezas únicas, atractivas y duraderas que van a encajar en cualquier tipo de diseño de interiores, bien sea un estilo bohemio, farmhouse, escandinavo o vintage.
Las posibilidades estéticas del crochet resultan infinitas, y en la actualidad su aplicación va más allá del tradicional paño ornamental de mesa. En cualquier estancia del hogar como salas de estar, cocinas, comedores, habitaciones, cuartos de baño, las piezas elaboradas en esta técnica pueden llegar a convertirse en verdaderos puntos focales de la decoración.
Bien sea tonos neutros o matices vivos, resulta imprescindible prestar atención a la combinación de colores y la calidad de los hilos a usar. La meta consiste en lograr piezas tejidas que se acoplen a tu decoración de manera natural, creando contraste e interés, sin excedernos en la cantidad de accesorios.
Para desarrollar la mano en el crochet te recomendamos iniciarte con pequeñas piezas como forros para objetos del hogar, portalápices, tarros, contenedores o fruteros; continuando con fundas para cojines o lámparas de mayor medida, hasta llegar a cabeceros de cama, mantas y grandes tapices multicolores.
El tejido de gancho resulta especialmente efectivo para añadir un toque de elegancia al momento de vestir tu mesa, agregando bloques de color y volumen al servicio. Posavasos, aros para servilletas, bajoplatos, manteles individuales, así como caminos de mesa y cestas para el pan, son algunos de los accesorios en crochet con los que puedes lucirte para esa comida especial.
Esperamos que estas nociones de crochet te animen a probar esta técnica de tejer, que además te proporcionará beneficios a la salud mental pues es considerada yoga para el cerebro.