La pasión por la naturaleza es un elemento común a todos los miembros de esta generación urbana que busca los espacios verdes para reconectarse con la madre tierra y alimentar su deseo de salud. No en balde, es también apodada la “Generación del bienestar”. La fascinación por lo verde se ha traducido en una abundancia de plantas de interior para embellecer hogares, tiendas y oficinas, así como la proliferación de motivos vegetales en accesorios de gran visibilidad, entre ellos el wallpaper, el arte de pared y la ropa de cama.
La decoración millennial se caracteriza por la elegancia, la austeridad y el eclecticismo, tanto de estilos como de materiales, manteniendo a toda costa un diseño minimalista del espacio. La simplicidad y la practicidad son valores fundamentales que definen la elección de cada elemento. Es precisamente allí donde las plantas cumplen un papel primordial al aportar un acento de color y frescura. Así, la típica “home office” de un joven emprendedor estará equipada con tecnología de punta, un elegante escritorio de madera, una silla cómoda, cuadros y plantas colgantes para decorar.
La vida en la ciudad, viviendas de escasos metros, y un exigente mundo laboral, han motivado a que la generación del bienestar prefiera la decoración con plantas generalmente pequeñas, en macetas, y que requieran pocos cuidados. Las suculentas y los cactus son las opciones más recomendables, pues su consumo de agua es muy bajo, y los riegos son espaciados. Además, pueden ubicarse, dependiendo de la variedad, al sol directo, a la semisombra o en rincones interiores.
Pero, si el espacio lo permite, habrá la opción de incluir plantas de mayor porte y tamaño, reforzando así el vínculo con lo natural. En este sentido, las preferencias millennial incorporan diversas plantas como la hermosa palmera Kentia, la Monstera deliciosa, o hasta una prominente Ficus Lyrata.
En un mundo hiperconectado, además de la conciencia ecológica que practica el estilo de vida millennial, el interés por lo vegetal va más allá de la salud física, mental y el autocuidado. La atracción por lo verde ha generado una vibrante comunidad virtual de millones de miembros, que día tras día comparte sus afectos, cuidados e ideas decorativas que refuerzan el amor intrínseco que sentimos por las plantas.