Mié, 22/7/2020

Plantas en casa: 4 consejos para cuidar tus plantas de interiores.

Plantas en casa: 4 consejos para cuidar tus plantas de interiores.

Plantas en casa: 4 consejos para cuidar tus plantas de interiores
Hay personas que parecieran tener un don especial para las plantas, como dicen por ahí «tienen buena mano» y cualquier planta que toca se torna hermosa, pero también están sus opuestos, las que parecieran no dar para nada con el cuidado de sus plantas. Si tu caso es, el de aquellas personas que todas las plantas que tiene se marchitan y mueren no te preocupes, todo es cuestión de dedicarle atención y tiempo, con tan solo educarte un poco en el cuidado de las plantas conseguirás tener muy buenos resultados, solo hay que concentrarse y aprender sobre ellas.

El cuidado de las plantas no es tan complicado y tampoco requiere que estés todo el día encima de ellas para que estén sanas. Solo sigue estos 4 consejos para cuidar tus plantas de interiores, para que estén hermosas y sanas por mucho tiempo.

 

 

 

1. Saber qué tipo de plantas tienes. Lo primordial es saber cuál es la planta que tienes en casa o deseas adquirir, cómo se llama, sus características, si es una planta de interior o exterior, de luz o de sombra, con flores o sin ellas, de muchos o pocos cuidados. Lo importante de saber qué tipo de plantas tienes, es para que tengas en cuenta cuáles son su necesidades básicas, el tipo de temperatura que necesita y qué tanto pueden sobrevivir en tu casa.

 

 

2. Solo el agua necesaria. A menudo nuestras plantas terminan perjudicadas al no saber la cantidad necesaria de agua que ellas necesitan, las regamos con demasiada agua o simplemente nos olvidamos y no las regamos. Dependiendo de sus características el riego varia según su naturaleza, por ejemplo las plantas de la familia de los cactus necesitan ser regadas de 10 a 12 días por riego, dependiendo si están en macetas de plástico o de arcilla.

Para saber si tu planta necesita ser regada observa la tierra donde está plantada, si está muy seca riégala, lo ideal es que la tierra esté húmeda pero no empapada, no esperes ver que las hojas estén marchitas para saber que necesitas su riego habitual; si eres olvidadiza te sugerimos agendar el día y la hora de riego para que no te olvides del riego de tus plantas.  Si tu planta recibe sol directo evita regarlas durante las horas que recibe el sol, eso podría hacer que su hojas se quemen, lo ideal es hacerlo por la mañana o por la tarde, cuando los rayos del sol no son tan intensos.

 

 

3. Solo la luz necesaria. La luz del sol es fundamental para el crecimiento de nuestras plantas y estas deben recibir durante el día la cantidad de luz adecuada, investiga qué cantidad de luz necesitan las plantas que tienes dentro de casa, esto te ayudará a ubicarlas en el lugar correcto para su bienestar.  Hay plantas que aunque sean de interior necesitan estar expuestas de forma directa a la luz del sol y hay otras que no les sienta bien recibirla de esa manera.

Las que necesitan luz directa, las puedes colocar cerca de las ventanas donde recibirán de forma directa la iluminación que necesitan, pero cuidado el vidrio de las ventanas con la luz del sol puede hacer el «efecto lupa» y la luz bajo este efecto puede quemar tu planta, se recomienda colocar cortinas o persianas tipo pantalla para proteger a tus plantas; las que necesiten una cantidad parcial puedes colocarlas en la parte más interna de la sala alejadas de las ventanas. Para que crezcan de forma armónica y equilibrada es aconsejable girar las macetas cada varios días.

Si tu planta no recibe la cantidad de luz que necesita la misma planta te hará saber sus carencias, mostrando sus hojas de color amarillento, tallos delgados, un crecimiento muy lento, los capullos florales se caen o no abren, etc. En cambio si hay exceso de luz tu planta mostrará hojas resecas con manchas parduscas o quemadas, hay que observar la planta y tomar en cuenta que el exceso o la falta de luz en ellas pueden favorecer el desarrollo de algunas plagas que haría que tu planta se enferme.

 

 

4. Limpia sus hojas. A través de las hojas las plantas respiran, por eso es fundamental mantenerlas limpias para garantizar la salud de ellas.  Procura mantener limpias las hojas de tus plantas del polvo y la grasa que hay en el ambiente, para que no se forme una capa en la superficie de tus plantas y tape los poros de sus hojas.

Dependiendo del tamaño de tu planta es aconsejable limpiarlas con un trapo húmedo o enjuagarlas con agua en el lavadero, evitando que la tierra en la maceta se ahogue de agua. Se recomienda limpiar sus hojas al menos dos veces al mes, si tienes cactus o plantas con hojas del tipo aterciopeladas se recomienda el uso de un cepillo de dientes suave o pincel para limpiarlas. En el caso de algunas plantas como las cactáceas y las crasas o las suculentas es preferible limpiar sus hojas al seco ya que no salen muy favorecidas cuando se mojan sus hojas.  Recuerda cuando limpies sus hojas que estás tratando con un ser vivo así que es importante ser cuidadosa a la hora de limpiar sus hojas.

 

 

No tengas una planta por tenerla ella no se cuidará sola, nuestras plantas de interior requieren de cuidado para que no se mueran.  Sin embargo,  es importante tener en cuenta que la falta de cuidados o el exceso de él hacen que nuestras plantas se marchiten y mueran,  agrega en tu agenda los días de especial cuidado a tus plantas y conviértete en la mejor amiga de tus plantas y verás como lucirán hermosas y radiantes.

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