Si hasta ahora solo has utilizado el bicarbonato de sodio para calmar la acidez estomacal, o como sustituto del polvo de hornear en la repostería, prepárate para descubrir el inmenso poder limpiador de este asombroso producto. Continúa leyendo y conoce un poco más acerca de cómo limpiar con bicarbonato. En esta entrega te traemos sus múltiples usos en el baño y la cocina.
Las formas de usar este maravilloso limpiador inodoro varían considerablemente dependiendo del tipo de labor que deseas realizar, la naturaleza de la superficie a tratar, y del nivel de aseo que requieras. Tomando esto en consideración, decidirás utilizarlo puro, diluido en agua, o bien en combinación con otros productos.
En el baño
En el área de la ducha o bañera suele aparecer una capa blancuzca que opaca el brillo natural de la cerámica. Para limpiar este y cualquier otro sarro, te recomendamos espolvorear una pequeña cantidad de bicarbonato sobre un paño, y agregar unas gotas de lavaplatos. Frótalo hasta conseguir una espuma, y aplica a todas las superficies que necesites. Al final debes lavar con abundante agua caliente, para después secar con un trapo y así dejar todo brillante. Incluso, puedes aplicar este procedimiento para la cortina o puerta de la ducha.
Para mantener los desagües del baño libre de malos olores, se recomienda limpiarlos una vez a la semana de la siguiente manera. Deja que corra el agua caliente por 30 segundos, luego vierte media taza de bicarbonato y déjalo reposar por 15 minutos. Al finalizar el tiempo, enjuaga con abundante agua caliente.
Este polvo tan versátil es especialmente efectivo para dejar la superficie de la bañera suave y brillante con poco esfuerzo. Simplemente limpia la tina con una esponja o paño de microfibra húmedo espolvoreado con bicarbonato. Luego enjuaga y seca muy bien hasta obtener el brillo deseado.
En la cocina
Cada rincón, utensilio y electrodoméstico en la cocina puede beneficiarse de una limpieza profunda con bicarbonato. Por ejemplo, para cortar la grasa y eliminar restos de comida en una olla, recomendamos espolvorear con el producto, para luego sumergir en agua la superficie en cuestión por espacio de 2 horas. Posteriormente, usa una espátula para remover el sucio, y lava con jabón. En el caso de sartenes antiadherentes, haz una pasta con bicarbonato, agua y vinagre, aplícala y deja reposar por 30 minutos. Al cabo de este tiempo puedes lavar con esponja.
Para limpiar esa gruesa capa de sucio acumulado y endurecido de las bandejas de los quemadores, lleva vinagre blanco a ebullición, espolvorea con bicarbonato y añade la mezcla a la bandeja. Espera 30 minutos y limpia con esponja o enjuaga.
Elimina residuos de alimentos, gérmenes y bacterias del fregadero empleando 3 cucharadas de bicarbonato y ¼ de taza de vinagre. Esparce el polvo sobre la superficie, y déjalo que haga su efecto por 5 minutos. A continuación, limpia con un cepillo, luego rocía el vinagre y espera otros 10 minutos. Cumplido el plazo, lava con abundante agua.
Aunque no lo creas, el horno es un lugar donde más se acumula grasa, restos de comidas y bacterias. Por lo tanto, si quieres mantenerlo limpio y reluciente utilizando bicarbonato, prepara una pasta del polvo con agua, y cepilla la superficie con fuerza. Seguidamente, rocía el área con vinagre blanco, y deja que haga espuma. Ahora, limpia con un trapo húmedo. De ser necesario, puedes repetir el procedimiento hasta que ceda el sucio rebelde.
Para revivir esos envases plásticos, y eliminar la capa amarilla que aparece después de tanto uso, bastará con remojarlos durante toda la noche en una olla con agua caliente y una porción generosa de bicarbonato. Lava al día siguiente y verás el sorprendente resultado.
Una pasta de bicarbonato con agua oxigenada es un eficaz limpiador doméstico multiusos, efectivo para el aseo y brillo de electrodomésticos, utensilios y bandejas de hornear. Aplica la mezcla con un cepillo de dientes viejo, y luego limpia con un paño húmedo, seguido de otro seco.
Si deseas revivir el brillo de tu cubertería, disuelve bien 2 cucharadas de bicarbonato en un recipiente con agua tibia, y remoja allí los cubiertos por varios minutos. Seguidamente, enjuaga y seca con un paño fresco y suave. Verás cómo resurgen los colores originales y el lustre de tu cuchillería.
Un consejo adicional. Se recomienda usar guantes de plástico durante la manipulación y limpieza con bicarbonato, especialmente en combinación con vinagre. En estos casos, además, cerciórate de airear bien el espacio donde lo apliques.
Esperamos que estos consejos te resulten útiles para facilitar tu día a día, y que despierten el interés en este extraordinario limpiador.